Tu web tiene que ser una herramienta de marketing que funciona y cuando decimos “funciona” significa básicamente que ayuda a tu negocio a crecer o por lo menos que éste cumpla algunos de los objetivos que te has propuesto. Es decir, si has decidido que tu presencia online está dirigida sobretodo a mejorar tu imagen, aunque ésto derive en un no aumento de ventas, si logras eliminar críticas y trabajar más tranquilo , tu objetivo se estrá cumpliento.
Muchas veces las grandes empresas internacionales utilizan la estrategia: usan internet para enseñar su cara más buena para frenar las perdidas que ocurren cuando la marca se encuentra en una crisis de imagen.
Volvemos a lo nuestro ahora.
Con un buen contenido podemos definir cualquier mensaje que salga de nosotros en diferentes formatos: blog, páginas de descripción de la empresa, página de producto, video, foto, dibujo…
¿Cómo hacer que todo esto encaje?
Haciendo cada cosa con un objetivo
.
- El blog es importante para provocar que más gente me encuentre en Internet, para que vean que sé lo que hago, para informar, educar y también entretener. Todo esto va en beneficio de la imagen de la marca.
- Las páginas de presentación (quienes somos, que hacemos…) tienen que dar una sensación inmediata de confianza y de cercanía. Quien lee tiene que sentir que puede confiar en nosotros.
- Comentarios y testimonios sobretodo si vienen de nombres conocidos (clientes y partners famosos) persuaden aún más a nuestra audiencia
- Páginas de productos, demo (si es un software), precios y ofertas, comparaciones con otros productos…todo ello conducen al visitante hacia la venta.
Aquí va un ejemplo con diferentes formatos de contenidos con el único objectivo de vender:
Contenidos (blog, videos, imagenes, juegos) que informan y/o entretienen, que hacen que nos encuentren en Google y también en las redes sociales —> una web que genera confianza, donde todo está expuesto de manera clara —> experiencias de otros usuarios/clientes satisfechos/personajes o marcas reconocidas en el sector aumentan aún más la confianza generada —> comunicación directa del valor del producto/servicio con precio, imagenes, ofertas, comparaciones…
Hay muchas más herramientas y tipos de contenidos que se pueden usar, por supuesto, estos son solo ejemplos, el punto importante es tener claro a quien va dirigido nuestro contenido, si se puede dirigir a una audiencia u objectivo especifico. Las webs y las redes sociales son los conductores de nuestro contenido.
Un ejemplo claro que nos hace entender mejor este concepto es hablar de lo que no se tiene que hacer, como por ejemplo usar el blog para escribir textos promocionales y de venta que no tienen nada de educativos o informativos, o crear una página de presentación de la empresa muy larga y que se va por las ramas, no comunica nada importante aunque sí dice demasiado.
No comments:
Post a Comment